Oh, Jerusalen, el nacimiento de Israel

Contar la historia del nacimiento de un Estado como Israel, y del eterno conflicto árabe-israelí, nos remite indefectiblemente a aquella gran película de 1960, Éxodo. Cuando por primera vez oí que iban a estrenar Oh, Jerusalén, otra película basada en aquellos hechos que en 1948 desembocaron en el reconocimiento de Israel como Estado, no pude evitar acordarme de Otto Preminger y de Paul Newman y de Eve Maria Saint, y también sé que cuando la vea en el cine, me volverán tantas y tantas imágenes de la de 1960, al igual que su música.

Oh Jerusalen

Oh Jerusalén se enfrenta a dos retos difíciles. Por un lado dar de lado y evitar que el público olvide Éxodo y la reconozca como una película con identidad propia, y por otra hacer cercano y volver receptiva a los que vayan a ver un problema histórico tan delicado pero al mismo tiempo desconocido en sus raíces.

Eso sí, cuenta con un gran soporte, el del libro de Dominique Lapierre en el que se basa, y con la ayuda inestimable del gran escritor. Lapierre hace a los personajes mucho más cercanos; nos ayudará probablemente a identificarnos mucho más con los dos protagonistas, los dos amigos, árabe e israelí, que vivieron en primera persona el ambiente bélico que se produjo en Israel en 1948 tras el éxodo del pueblo israelita a tierras árabes tras el Holocausto nazi.

Tan delicado es el punto de vista particular de esta película y de los aspectos que presenta que varios directores de calado se echaron atrás cuando vieron cuál era la idea que se intentaba plantear. Algunos como Costa Gavras o William Friedkin llegaron a visitar Jerusalén, pero le dieron el no a Lapierre.

Finalmente fue un director francés desconocido para muchos, como Elie Chouraqui quien se hizo cargo para transmitir a su público el enfoque humano que tiene el libro original.

FICHA TECNICA DE OH, JERUSALEN