Coffy, la elección de Tarantino

Tarantino y rodriguez

Miércoles. De nuevo. Y aquí volvemos con otro cartel de esos que merecen la pena ver para hablar cosillas de él. Aunque en este caso he de reconocer que yo, particularmente, nunca lo hubiera mencionado (sobre todo, porque ni se me hubiera venido a la cabeza): Coffy, de 1973.

Os preguntaréis entonces por qué lo pongo. La razón es bien sencilla: por la curiosidad de ser el cartel elegido por el estrambótico Quentin Tarantino como su mejor cartel de la historia del cine, y ya se sabe que últimamente, este director parece ser considerado en Hollywood casi como un gurú del cine. Así es. Fue hace ahora un año que pidieron a Quentin Tarantino y a Robert Rodríguez que escogieran los que para ellos son los mejores carteles de la historia del cine, y Tarantino, ni corto ni perezoso, peculiar como es él, dijo sin dudar «Coffy».

Las razones que dio saltan a la vista: Pam Grier, y no se cortó cuando adujo que la sensualidad que la actriz desplegaba en el póster era uno de sus motivos. A nadie se le escapa que Pam Grier es una de sus actrices favoritas como demostró cuando trabajó con ella en Jackie Brown. ¡Quién sabe si ha sido una obsesión suya desde que viera el cartel en 1973!

De todos modos, creo que incluso puede que se haya dejado arrastrar también por el argumento de la película que seguramente le impactaría, dado que es un tema muy acorde con su forma de ser y con sus propias películas.

En Coffy, una enfermera que tiene a su hermana de su 12 años en un centro de desintoxicación decide vengarse de cuantos han tenido algo que ver con el mundo de las drogas y de la corrupción. Y con ese motivo decide hacerse pasar por prostituta en las noches para así llegar hasta el mismo corazón del hampa, siempre con la Venganza como objetivo y con su cuerpo como Arma.

Ficha técnica de Coffy