Stake Land, vampiros de verdad
Aprovechando el tan inconmensurable como desconcertante éxito de la saga de «vampiros» Crepúsculo, cuya nueva entrega se haya ahora mismo en las salas rompiendo los records anuales en lo que respecta a taquilla española, quiero recomendar esta cinta que, compartiendo temática y con un presupuesto astronómicamente más modesto va camino de convertirse en una película de terror de culto.
Y es que las leyendas hablan de criaturas malditas por toda la eternidad, de seres crueles que se alimentan de la sangre de sus victimas y de las mayores atrocidades perpetradas cuando el sol se esconde, no de adolescentes engominados de inexpresivo rostro. Pero la moda es un mal muy poderoso y más contagioso que el propio vampirismo, y el raciocinio y la lógica poco o nada pueden hacer en esta batalla.
Stake Land viene de la mano del director Jim Mickle que nos deleita con un drama post-apocalíptico de carretera, con vampiros de fondo y buenas dosis de, suspense, intriga y terror. Como muchas otras antes, esta es una historia centrada en la vida de unas personas puestas a prueba ante un conflicto extremo. La cinta nos sumerge en su poderosa trama y, sin pretensiones, pues, a pesar de su modestia, se muestra sólida, aterradora y dura cuando debe hacerlo, nos invita a viajar junto a sus protagonistas, sentir lo que ellos sienten y poner en duda nuestra capacidad de supervivencia al preguntarnos qué haríamos nosotros en su lugar.
Stake Land se une a otras magníficas obras actuales como La Carretera (The Road 2009) de John Hillcoat, Monsters (Monsters 2010) de Gareth Edwards o la reciente Otra Tierra (Another Earth 2011) de Mike Cahill, que se centran en que conozcamos a sus personajes y recorramos los bellos paisajes que ellos recorren guiados por una banda sonora que da un toque poético al sufrimiento y las aversiones que el apocalipsis trae consigo.
Ficha técnica:
- Director: Jim Mickle.
- Guión: Jim Micle, Nick Damici.
- Reparto: Nick Damici, Connor Paolo, Danielle Harris.
- País: USA.
- Año: 2010.